martes, 10 de junio de 2014

KOMANDO PAX AVANT: MISION ISABA 2014


En 2014, seis de los mejores hombres de la Grupeta Forum que formaban un komando, fueron designados para una misión “que ni habían imaginado”. No tardaron en fugarse del pelotón en el que se encontraban recluidos. Hoy, todavía doloridos por el esfuerzo, sobreviven como cicloturistas de fortuna. Si usted tiene alguna pájara y si se los encuentra, quizá pueda ponerse a rueda… Ellos son: EL KOMANDO PAX AVANT.

Integrantes del KOMANDO PAX AVANT:

    - El Coronel John “El zorro” Smith. Este veterano de guerra recibe su apodo por sus destacadas dotes para la estrategia, preparación meticulosa de sus objetivos y estar siempre listo para el ataque. Su frase más conocida es “Sólo puede quedar uno”.

    - El Capitán Howling Wizo Murdock. Experto caza-recompensas que suele luchar solo contra el viento. Realizó misiones en otras comarcas. Está internado en una empresa de pesajes y a la hora de las marchas, sus compañeros le suelen ayudar a entrenar.

- El Teniente Templeton Atómico Peck. Es una máquina que se encarga de proveer al equipo de material de difícil consecución mediante el uso de ingeniería social. Gracias a él, sus compañeros pueden disfrutar de una rica arroz con leche de su suegra o mermelada casera de ciruela.

- El Sargento Bosco M. A. Lejías. Es el musculoso del grupo que se ha ganado su apodo por el colorido de sus piernas y por su Mala Actitud en la grupeta. Suele destrozar a sus compañeros con un ritmo machacón y persistente. A pesar de su fuerza tiene miedo a atacar, lo que le ocasiona problemas con Wizo Murdock del que desconfía siempre e insta normalmente a ir a ritmo. Su frase más conocida es “Me vais a matar”.

- El Cabo Primero Moreno. Destacado lugarteniente del coronel “El Zorro”. Preparan sus objetivos conjuntamente y a menudo hace de avanzadilla desgastando a sus rivales para que éste aseste su estocada final. Gracias a sus dotes para el camuflaje, a menudo pasa desapercibido, pero siempre está. Destacadas han sido sus misiones en Llodio y sus incursiones en el MTB.

- El Soldado Rigo. También debe su apodo al color de sus piernas y no a las cualidades para la escalada que tienen sus compatriotas los escarabajos. Se pasa las mañanas de los sábados con el culo prieto y persiguiendo al resto del komando. El capitán Wizo Murdock le suele atacar constantemente en los sitios más imprevisibles, pero Rigo no pierde la esperanza de algún día hacerle morder el polvo (cerca hemos andado).

La Misión: Pax Avant 2014

Viernes 16:30 (-13.25h Día D;Hora H)

Los integrantes de la incursión en terreno comanche sincronizan sus relojes la tarde del viernes a 200 km del Centro de Operaciones. Apenas quedan 12 horas para la Hora H del día D. Tras unos pequeños problemas de logística viajan en vehículos camuflados hasta el Centro de Operaciones situado en el Valle del Roncal. Cenan pasta y recuerdan anécdotas de misiones anteriores al amparo de una mesa que se va llenando de cervezas vacías. Fuera, llueve y truena con fuerza, como prolegómeno de la tormenta que se desatará también dentro de escasas horas.  

Sábado 06:30 (-1.45h Día D; Hora H)

El komando prepara el asalto. Dan buena cuenta del surtido de víveres traídos para la ocasión: el arroz con leche de la suegra, los cereales, las galletas con chocolate, la pechuga de pavo, el bizcocho… Cada miembro llena sus reservas con lo que más le apetece. Sorprende de sobremanera lo poco que desayunan algunos integrantes del comando para la misión tan arriesgada que tienen por delante. Cada uno conoce su cuerpo y tiene su estrategia. Todos comparten objetivo.

Sábado 08:15 (Día D; Hora H)

Da comienzo la operación que tanto hemos estado preparando. Días de frío, series, rodajes interminables, todo se tiene que notar hoy. El Coronel John “El Zorro” Smith, el Teniente Templeton Atómico Peck y el soldado Rigo ruedan en cabeza en misión de vigilancia de los enemigos más destacados.  El capitán Howling Wizo Murdock, El Sargento Bosco M. A. Lejías, y el Cabo Primero Moreno viajan en la retaguardia esperando instrucciones.

Se corona la primera pequeña dificultad montañosa y en las primeras estribaciones de la segunda -ya no tan pequeña- dificultad, se rompe la harmonía. Un grupo de intrépidos valientes pone paso firme. El Soldado Rigo pierde contacto con el grupo puntero, conoce bien el terreno porque ha luchado por estos lares en ocasiones anteriores. Sabe que cualquier esfuerzo extra se paga y consciente de sus posibilidades guarda reservas para la batalla final. El Coronel John “El Zorro” Smith y el Teniente Templeton Atómico Peck representan al komando en el grupo cabecero. Por detrás, el Capitán Howling Wizo Murdock, herido de muerte en la edición anterior, también regula. Tiene mal recuerdo. Lo describe como una de sus peores experiencias en combate y no quiere volver a pasar por semejante calvario.

Ascendiendo Issarbe, repican ya campanas de guerra y tres “combatientes enemigos” abandonan la disciplina del grupo puntero. El Coronel John “El Zorro” Smith y el Teniente Templeton Atómico Peck se miran, debaten, deliberan, y conscientes de lo que queda deciden postergar su ataque. No por mucho tiempo. El Teniente Atómico cambia el ritmo del desfile y se va sólo hacia los enemigos, todos ellos conocidos amigos de otras múltiples batallas. Primer contratiempo. El Teniente pincha en la bajada y se ve obligado a reparar la avería de su arma reglamentaria. En una impresionante maniobra de estrategia, sangre fría, y por supuesto mucha fuerza y envidiable estado de forma, da caza de nuevo al grupo de John “El Zorro” Smith. Tablas de nuevo. Por detrás, el Capitán Howling Wizo Murdock, en un juego de cambio de papeles habituales, da caza al Soldado Rigo, ambos compartirán unos cuantos kilómetros de aventura de aquí en adelante.

Comienza la primera de las dos batallas con el gran monstruo de esta misión. Suenan las primeras explosiones, y un fuego cruzado enemigo pilla de imprevisto y hiere de gravedad a nuestro Coronel “El Zorro”. Ésta ya no es su guerra. Más atrás, el Capitán Wizo y el Soldado Rigo abandonan el grupo, colaboran, y en compañía de un auténtico fenómeno (¡¡¡Olé tus huevos Guillermo!!!) hacen una subida impecable. Comparten algo más que kilómetros hasta el comienzo de la segunda batalla con el mismo monstruo, donde el Soldado Rigo se detiene para abastecerse de víveres para el tramo final.

En la retaguardia, el Cabo Primero Moreno, decide que ésta tampoco es su guerra, la batalla final le puede pasar factura en su siguiente misión, y pone rumbo al Centro de Operaciones. El Sargento Bosco M. A. Lejías con su ritmo machacón, e impasible como siempre, sigue recogiendo cadáveres. A todos, y en contra de lo que dice su apodo, les ofrece una rueda amiga para acercarles al final de la misión. Sólo tienen que aguantarle, que no es nada fácil.

De los tres de cabeza, dos son también eliminados por fuego -esta vez amigo- disparado por nuestro Teniente Templeton Atómico Peck. Fiel a su apodo no para, atómico e incombustible se lanza (si leéis bien, “se lanza” a pesar de estar subiendo) hacia la cúspide de la última cima/batalla de esta guerra. Sólo en los últimos kilómetros de este colosal puerto acusa el esfuerzo de la machada anterior, y otro guerrero que ha ido más protegido de las hostilidades acaecidas en la primera línea del frente, le lanza una bala que le roza el costado. Aún y todo, infiltrado en esta misión termina la contienda en una posición envidiable y en un tiempo inalcanzable para el resto de los mortales.

Por detrás, el coronel John “El Zorro” Smith se retuerce en cada curva, herido en su orgullo promete venganza. Primero, el Capitán Wizo Murdock y un poco después el Soldado Rigo le dan caza. Les da cuenta del parte de lesiones, comprueban su estado, está herido, le ven mala cara, pero no hay duda, saldrá adelante y seguirá ganando guerras como ha hecho hasta ahora. El Soldado Rigo, ahora sí en su papel, también da caza al Capitán Murdock a escasos 6 km para la cima. Viajan también en posiciones admirables dentro del top-ten. Aunque los dos van también heridos, ir junto a un oficial de tan alto rango –vencedor de grandes batallas- le da una motivación especial al Soldado Rigo que se va por delante hacia la cima. Sabe que es una separación temporal y que en la bajada hacia meta se volverán a encontrar. A menos de un minuto corona el Capitán que se lanza con todo lo que le queda a la búsqueda del Soldado Rigo. No lo encuentra. La velocidad le hace no reparar en la cuneta donde yacía retirada el arma del Soldado. La ha tenido que dejar abandonada y salir corriendo en busca de un árbol que le garantice un poco de intimidad para dar rienda suelta a los ruidos que se han ido generando dentro de su maltrecho estómago en los últimos kilómetros. Así, en un par de ocasiones durante la última bajada hacia meta. Sin una explicación clara (el calor, el esfuerzo, las sales, los geles,…) admite con resignación, aunque con dificultad, que el Capitán Wizo Murdock le haya vuelto a ganar la partida. Y todavía con más dificultad que su objetivo del top-ten y menos de ocho horas se le haya ido al garete cuando estaba tan cerca. ¡Qué paradoja! Tanto apretar el culo y ahora es precisamente el culo el que se afloja. Al igual que nuestro Coronel, promete venganza. Nos volveremos a ver en la misma batalla.

El Sargento Bosco M. A. Lejías, siempre leal al regimen, recoge lo que queda del Coronel John “El Zorro” Smith y lo trae de vuelta y casi entero al Centro de Operaciones. Aquí, muy cerca del collado de Ernaz, donde los vecinos de los valles de Baretous y de Roncal se reunían para la ceremonia del Tributo de las Tres Vacas, finaliza nuestra misión. Cuenta la leyenda que los alcaldes baretoneses, una vez entregadas las tres vacas, juntaban sus manos con el alcalde de Isaba que pronunciaba las palabras: Pax Avant, Pax Avant, Pax Avant. Significaba Paz en Adelante. Los integrantes del komando Pax Avant por el contrario prometen más batalla. ¡Volveremos hasta conquistarla!

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